Lipodistrofia Generalizada Adquirida (LGA)
¿Qué es la lipodistrofia generalizada adquirida?
La lipodistrofia generalizada adquirida (LGA), también conocida como síndrome de Lawrence, es una condición lipodistrófica que se caracteriza por la pérdida de tejido adiposo, una forma de tejido conectivo. Es una condición muy rara, que afecta a unas 100 personas en la literatura médica. También tiende a afectar más a las mujeres que a los hombres.
¿Cuáles son los síntomas de la lipodistrofia generalizada adquirida?
Los síntomas suelen progresar muy lentamente, pero el síntoma principal es la pérdida de grasa. A medida que avanza la enfermedad, las personas afectadas pueden ver una pérdida casi completa de grasa. Esto significa que los músculos y las venas aparecen de manera muy prominente. Otros síntomas incluyen:
- Un apetito feroz
- Pigmentación oscura en varias áreas del cuerpo.
- Exceso de vello corporal
- Quistes en los ovarios
- Agrandamiento del hígado y el bazo.
- Agrandamiento de los genitales
A menudo, otras afecciones también son causadas por AGL, como diabetes, vitíligo, artritis reumatoide, tiroiditis y más.
¿Qué causa la lipodistrofia generalizada adquirida?
Esta afección puede aparecer en la infancia, la adolescencia o la edad adulta, lo que lleva a los profesionales médicos a creer que se adquiere. En algunos casos, un trastorno autoinmune es la causa de LGA, pero en otros es una infección, como el sarampión o la hepatitis.
¿Cómo se diagnostica la lipodistrofia generalizada adquirida?
Los médicos comenzarán con una evaluación clínica, la búsqueda de síntomas característicos y el historial del paciente. A esto le siguen varias pruebas, como un perfil químico sanguíneo, una biopsia renal y una resonancia magnética.
¿Cuáles son los tratamientos para la lipodistrofia generalizada adquirida?
A menudo se requiere un equipo de especialistas para tratar mejor la LGA. Uno de los especialistas debe ser un terapeuta, ya que esta condición a menudo causa estrés, ansiedad y depresión.
Los médicos también recomiendan una dieta alta en carbohidratos y baja en grasas, hacer ejercicio con regularidad y mantener un peso saludable. Otros tratamientos son sintomáticos y están destinados a garantizar que no haya complicaciones.