¿Podría una Prueba Simple de Orina Detectar la Esclerosis Múltiple Temprano?

La Universidad de Purdue acaba de informar que los investigadores han identificado un biomarcador (una sustancia medible en un organismo cuya presencia es indicativa de una enfermedad o infección) que podría ser un signo temprano de esclerosis múltiple (EM).

El biomarcador, la acroleína, es una molécula que se sospechaba previamente como un producto de desecho metabólico que se acumula en personas con ciertos trastornos neurológicos como la EM y la enfermedad de Parkinson, ¡y podría ayudar a diagnosticar la EM!

Sobre la Esclerosis Múltiple

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica que se caracteriza por un daño en la vaina de mielina, una cubierta protectora, grasa y aislante que rodea las células nerviosas y les permite comunicarse de manera efectiva.

Los síntomas incluyen visión borrosa, visión doble, ceguera en un ojo, entumecimiento, adormecimiento, dolor, debilidad muscular, espasmos musculares, dificultad al hablar y tragar, inestabilidad del estado de ánimo, depresión, pérdida de coordinación y fatiga. Hay una serie de tratamientos disponibles para la enfermedad, pero no hay cura. La esperanza de vida de los pacientes se reduce ligeramente.

Para obtener más información sobre la esclerosis múltiple, haga clic aquí.

¿Detección Temprana y Posible Terapia?

La acroleína es un subproducto del metabolismo de las grasas, y los investigadores descubrieron que la acumulación de la molécula está presente en modelos animales de enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson e incluso las lesiones de la médula espinal y el cerebro.

Se cree que la acroleína daña las células al interrumpir los lípidos o grasas, que protegen el tejido nervioso, en un proceso llamado peroxidación lipídica.

«Estamos en el proceso de tratar de correlacionar los niveles de acroleína con la actividad de la enfermedad de la EM, lo que potencialmente nos ayudaría a controlar la actividad de la enfermedad con un análisis de sangre», dijo David Mattson, profesor de neurología y director del Centro de Esclerosis Múltiple de la Universidad de Indiana. «Si esto se valida, nos ayudaría a decidir qué tan agresivo ser con la inmunoterapia, o si una terapia está funcionando o si hay una necesidad de cambiar a una terapia diferente».

¡Y se pone mejor!

¡Los investigadores creen que la acroleína podría ser un objetivo potencial para las terapias de EM!

«Si resulta que estos agentes pueden reducir los niveles de acroleína en la EM y ofrecer beneficios para el proceso de la enfermedad en la EM, entonces los pacientes con estos agentes para la presión arterial o indicaciones psiquiátricas obtendrían dos beneficios para uno».

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