Comprensión de la Tormenta de Citoquinas en la Enfermedad de Castleman

Las tormentas de citoquinas han sido prominentes en las noticias últimamente debido a su papel en COVID-19, pero los investigadores han estado estudiando su conexión con la enfermedad de Castleman durante mucho tiempo. De hecho,los investigadores de la Universidad de Pensilvania han descubierto lo que sucede a nivel celular de una tormenta de citoquinas. Este descubrimiento no solo avanzará en la comprensión del coronavirus, sino que ayudará a los profesionales médicos a desarrollar nuevas terapias para las personas con enfermedad de Castleman.

Sobre la Enfermedad de Castleman

La enfermedad de Castlemanes un trastorno poco frecuente que se caracteriza por tumores no cancerosos y el agrandamiento de los ganglios linfáticos. Alrededor de 30,000 personas en los Estados Unidos son diagnosticadas con este trastorno, pero el número podría ser mucho mayor debido a la cantidad de personas diagnosticadas erróneamente con otros trastornos linfáticos o que no reciben ningún diagnóstico. Este diagnóstico erróneo ocurre debido a la similitud de los síntomas; Los efectos de la enfermedad de Castleman incluyen pérdida de peso inexplicable, agrandamiento del bazo o el hígado, fiebre, debilidad, sudoración nocturna, daño a los nervios y erupción cutánea. Se desconoce la causa de esta enfermedad, pero los médicos la han asociado con la sobreproducción de la proteína interleucina-6 (IL-6).

Sobre la Investigacion

Para comprender estas tormentas de citoquinas, los investigadores tomaron muestras de sangre de personas con enfermedad de Castleman que estaban asintomáticas y personas que experimentaban un brote de síntomas. A través de estas pruebas descubrieron una citocina, que es un mediador inflamatorio, llamado interferones tipo I, que es altamente activo durante los brotes. Junto con esto, descubrieron que una vía, llamada JAK, es un mediador esencial. Ambos hallazgos coinciden con investigaciones previas que han demostrado que una citocina llamada interleucina-6 y una vía llamada mTOR también contribuyen a las tormentas de citoquinas.

Este conocimiento permite a los profesionales médicos hacer mejores tratamientos para los pacientes con enfermedad de Castleman, ya que saben que deben centrarse en los inhibidores de mTOR. De hecho, los investigadores de la Universidad de Pensilvania ya están utilizando esta forma de terapia en un ensayo clínico.

Estos hallazgos no solo permitirán mejores tratamientos para la enfermedad de Castleman, sino que ayudarán a los profesionales médicos a comprender COVID-19 y otras afecciones que se ven afectadas por las tormentas de citoquinas.


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