La pérdida de visión es un síntoma importante de la enfermedad de Stargardt, por lo que el objetivo principal de los tratamientos es combatir esta pérdida. Para probar la efectividad de estos tratamientos, se necesita un método para rastrear la progresión de la enfermedad. El Instituto de Oftalmología Molecular y Clínica de Basilea y la Universidad de Basilea han descubierto que las pruebas de microperimetría pueden ser una forma de ver si las terapias pueden retrasar la progresión de la pérdida de visión.
Sobre la Enfermedad de Stargardt
La enfermedad de Stargardt afecta la retina, por lo general provoca pérdida de visión. Por lo general, afecta a niños y adolescentes, aunque los casos leves pueden no notar síntomas hasta principios de la edad adulta. Si bien las personas afectadas generalmente no alcanzan la ceguera total, a menudo pierden su visión hasta el punto 20/200 o peor. También experimentan daltonismo, pérdida de visión periférica, retraso en el ajuste a los cambios de luz, puntos en el centro de su visión y sensibilidad a la luz brillante. Estos síntomas son causados con mayor frecuencia por un gen ABCA4 mutado.
Se puede llegar a un diagnóstico mediante una variedad de pruebas, pero los médicos comenzarán con un examen de la retina. Otras pruebas incluyen OCT, ERG, pruebas de color, fotos de fondo de ojo y pruebas de campo visual. Después de obtener un diagnóstico, el tratamiento consiste en ayudas visuales y estilos de vida saludables. No hay tratamientos o curas para la enfermedad de Stargardt.
Nuevas Formas de Probar la Eficacia de los Tratamientos
Un estudio, llamado ProgStar, que se publicó en JAMA Ophthalmology, demostró que las pruebas de microperimetría deberían usarse para evaluar la eficacia de los nuevos tratamientos. Esta forma de prueba es capaz de medir cambios estructurales en la retina, junto con la pérdida funcional de la visión. De hecho, las pruebas de microperimetría pueden evaluar los déficits funcionales antes que otros métodos de prueba. Las capacidades de este método tienen la capacidad de ver la pérdida de visión antes de que cambie la estructura de la retina, lo que permite una intervención temprana en términos de tratamiento.
Debido a las capacidades de las pruebas de microperimetría, debe usarse para evaluar nuevos tratamientos en ensayos clínicos. El Instituto de Oftalmología Molecular y Clínica de Basilea, que creó el estudio de esta prueba, en realidad planea usarlo para evaluar su propia terapia génica para la enfermedad de Stargardt. Debe ser probado dentro de los próximos cinco años. Esperemos que este nuevo método de prueba y terapia génica sean opciones viables para esta afección.
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