Estudio Evalúa el Costo-efectividad de las Pruebas de Detección de EHNA y EHGA

por Lauren Taylor de In The Cloud Copy

La enfermedad del hígado graso no alcohólico, o EHGA, y la esteatohepatitis no alcohólica, o EHNA, son dos afecciones que afectan el hígado y que afectan a millones de estadounidenses cada año. EHGA es una condición que ocurre cuando el exceso de grasa se almacena en el hígado del paciente. Esta afección a menudo se confunde con la enfermedad hepática alcohólica, que causa una acumulación de grasa en el hígado, pero se debe al consumo excesivo de alcohol. Hay dos tipos de EHGA, hígado graso no alcohólico y EHNA. En el hígado graso no alcohólico, hay grasa en el hígado, pero hay una inflamación mínima o nula en el hígado o evidencia de daño en las células hepáticas. El hígado graso no alcohólico generalmente no progresa a un grado que cause daño o más complicaciones.

EHNA es un tipo de EHGA en el que el individuo afectado tiene hepatitis, que es una inflamación del hígado, así como evidencia de daño en las células del hígado y grasa en el hígado. La inflamación y el daño celular pueden provocar fibrosis o cicatrización del hígado. La EHNA puede eventualmente provocar cirrosis o cáncer de hígado.

Estas afecciones se observan con mucha frecuencia en personas con ciertas afecciones, como obesidad y diabetes, y se observan con mayor frecuencia en personas de origen latino o hispano.

NASHNET Busca Cambiar los Criterios de Detección

NASHNET es una red de investigadores y médicos enfocados en mejorar la atención de los pacientes con EHGA y EHNA. Según NASHNET, más del 25% de la población adulta se ve afectada por EHGA y este número está aumentando. NASHNET realizó el estudio CEA, que encontró que para los pacientes mayores o iguales de 55 años con un diagnóstico de diabetes tipo 2 (T2D), la detección de EHGA era más rentable que ninguna prueba de detección. Esto incluyó todas las estrategias de detección, excepto las biopsias de hígado.

Los médicos apoyan la necesidad de pruebas más tempranas como una estrategia rentable, ya que notan la creciente carga financiera y de salud de la población que está causando la EHGNA. Este estudio utilizó el enfoque rentable de la ecografía para la detección, algunos con aspartato aminotransferasa (AST) o alanina aminotransferasa (ALT), algunos sin ellos. El propósito de la ecografía fue identificar la fibrosis en pacientes que se consideran de alto riesgo. Si es clínicamente apropiado, después de la ecografía, los médicos usarían elastografía transitoria (VCTE), que puede cuantificar la fibrosis hepática. Después de estas pruebas no invasivas, a los pacientes identificados con EHGA o EHNA se les aconsejó una intervención intensiva en el estilo de vida que duraría un año. NASHNET también encontró que estas técnicas de detección son efectivas desde un punto de vista monetario en pacientes de hasta 40 años que tenían diabetes tipo 2.

Con las tasas crecientes de EHGA y EHNA, los proveedores continúan presionando por técnicas de prueba no invasivas para ayudar a identificar a los pacientes que tienen mayor riesgo y cuya salud se beneficiaría más de las intervenciones tempranas. Los datos de este estudio ayudan a los médicos a proporcionar la justificación para la detección temprana de EHGA y EHNA en poblaciones que se consideran de alto riesgo. Dado que el trasplante de hígado es el tratamiento definitivo para la EHNA, ser capaz de identificar y controlar la enfermedad temprano antes de llegar al punto de necesitar un trasplante ahorrará millones de dólares y mejorará los resultados para los pacientes. Si bien la biopsia de hígado seguirá siendo el estándar para el diagnóstico de NASH, las pruebas no invasivas que se han introducido son un gran complemento para la detección temprana de pacientes.

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