Hallando Finalmente el Diagnóstico: Mal De Debarquement

Julie Anding puede recordar el momento exacto de aparición de sus síntomas de mal de debarquement (MdDS, por sus siglas en Inglés). Era el 27 de Diciembre de 2017. Ella estaba en Utah de vacaciones por Navidad. Iba en ascensor y tan pronto como se bajó se sintió mareada. Lo describió como si estuviera en un bote.

Posteriormente se le diagnosticó mal de debarquement. Es una palabra Francesa que describe una enfermedad después de salir de un vehículo. Es una enfermedad neurológica que hace que las personas sientan un movimiento sostenido cuando dejan de moverse, como cuando se bajan de un avión, un barco u otro vehículo en movimiento.

La Historia de Julie

Después de la aparición de los síntomas de Julie, simplemente empeoraron progresivamente. Cuando regresó al trabajo, describe que su gravedad aumentó de 3-5 a 8-10. No solo eran más graves, sino que eran constantes.

Julie enfrentó fatiga, caídas, pérdida de concentración y dificultad para hablar. La única vez que el movimiento de balanceo desapareció fue cuando estaba corriendo, haciendo yoga o conduciendo su automóvil. Esta es una ocurrencia común para aquellos con MdDS; los síntomas se minimizan cuando el individuo está en movimiento.

Julie se puso en contacto con un neurólogo que la descartó por completo.

Pero siguió investigando. Sabía que algo no andaba bien. Su jefe también afirmó que algo había cambiado.

A través de esta investigación, se encontró con MdDS. Se acercó a un especialista y finalmente recibió su diagnóstico después de descartar otras afecciones potenciales y realizar una resonancia magnética. Su fecha oficial de diagnóstico fue el 14 de Febrero de 2018.

Sin embargo, por muy bueno que fuera tener una respuesta, comprender las complejidades de esta condición y llegar a aceptarla eran cosas muy diferentes.

Tratamiento

Por ahora, MdDS no tiene cura. Los pacientes pueden manejar los síntomas evitando los desencadenantes conocidos. Si bien algunos medicamentos también pueden brindar alivio, muchos también tienen cualidades adictivas que pueden ser peligrosas.

Julie maneja su propia condición manteniéndose bien hidratada, tomando magnesio y moringa, fisioterapia, cuidando su dieta, haciendo ejercicio y controlando su estrés.

Ella siempre ha estado muy activa y se ha mantenido activa después de su diagnóstico la ha ayudado enormemente. Trabajaba como coordinadora de fitness cuando fue diagnosticada y durante toda su vida ha practicado yoga, porristas, atletismo y natación.

Ahora es entrenadora de bienestar y ayuda a otras personas a descubrir cómo hacer de su salud su prioridad número uno.

Julie explica que cada decisión que toma ahora gira en torno a su condición y síntomas actuales. Ha tenido que aprender a decir que no y a reducir la velocidad. Fue difícil verse obligada a dejar su carrera en el gobierno, pero le ha encantado poder retribuir a la comunidad enseñando yoga y ayudando a los demás.

Puedes leer más de la historia de Julie aquí.

Follow us