Según una historia del Washington Post, Héctor Hernández, de Downey, California, de 47 años, fue objeto de frecuentes bromas sobre su prominente estómago. Héctor siempre ha sido un hombre grande, por lo que más o menos asumió que solo tenía sobrepeso. Pero después de que notó que su vientre parecía inusualmente duro al tacto, mientras que sus brazos y piernas parecían estar perdiendo masa, los médicos descubrieron que tenía un tumor de liposarcoma retroperitoneal de 77 libras.
Sobre Liposarcoma
El liposarcoma es un tipo de cáncer que afecta a las células grasas que se encuentran en el tejido profundo y blando. Por lo general, aparecen en la parte interna del muslo o retroperitoneo. Los tumores de liposarcoma pueden volverse bastante grandes y voluminosos, y con frecuencia deben alcanzar un tamaño significativo antes de que aparezcan otros síntomas. La causa del liposarcoma no se conoce bien. Aparte del tumor en sí, los liposarcomas también pueden causar pérdida de peso, estreñimiento, emaciación, insuficiencia renal y dolor abdominal. Los síntomas varían dependiendo de la ubicación del tumor. Hay varios tipos diferentes de liposarcoma. El tratamiento para este cáncer casi siempre incluye cirugía para extirpar el tumor. Esto puede ser seguido por quimioterapia o radiación. La supervivencia a cinco años varía de 56 por ciento a alrededor del 100 por ciento dependiendo del tipo de tumor. Al igual que otros tipos de sarcoma, el liposarcoma es muy raro. Suele ocurrir con mayor frecuencia en personas de mediana edad o mayores. Para obtener más información sobre el liposarcoma, haga clic aquí.
Héctor dice que tuvo problemas con la acidez estomacal, el estreñimiento y la dificultad para respirar, pero estos síntomas probablemente no son tan inusuales para cualquiera que solía inclinar la balanza a 300 libras. La primera vez que Hector mencionó su estómago a su médico, expresó poca preocupación y dijo que todos llevan el peso extra de una manera distinta.
Si bien esto puede ser cierto, la dureza y la pesadez de su estómago llevaron a Hector a buscar una segunda opinión. A Héctor desde entonces le extirparon el tumor quirúrgicamente, pero aun así, toda la experiencia fue un poco desconcertante. Héctor dice que se sintió aliviado al descubrir la verdad sobre su estómago inusualmente prominente.
Afortunadamente, la operación se desarrolló sin ningún problema importante, y aunque Héctor todavía no está 100% mejor, debería poder moverse y respirar mucho más fácilmente sin un tumor de 77 libras que lo agobie.
