Por Jodee Redmond de In The Cloud Copy
Vivir con una enfermedad crónica es una situación muy estresante. Afecta a una persona física, mental, emocional y espiritualmente. Las enfermedades crónicas a menudo hacen que las personas que viven con ellas sientan una serie de emociones, como tristeza, ira, ansiedad, dolor e incluso culpa. Estos son difíciles de tratar cuando se combinan con los síntomas físicos de la enfermedad en sí.
No Hay Forma de Prepararse para la Enfermedad a Largo Plazo
Una enfermedad crónica es aquella que dura tres meses o más. A menudo interfieren con la independencia de la persona afectada y pueden limitar su participación en las actividades diarias.
Esta situación no es algo para lo que cualquiera pueda prepararse. Espera que si se enferma podrá ir al médico, obtener algún tipo de tratamiento y recuperarse de su enfermedad en un tiempo razonable. Con una enfermedad crónica, no hay un punto previsible en el que «mejorará». En algunos casos, lo mejor que puede ofrecer su equipo de atención médica es tratar los síntomas para disminuir su impacto en su vida diaria, ya que no hay cura disponible.
Consejos para Hacer Frente a una Enfermedad Crónica
Dado que una enfermedad crónica puede ser tan difícil de vivir, es importante desarrollar algunas buenas habilidades de afrontamiento. Los siguientes consejos están diseñados para ayudarlo a vivir bien, a pesar de tener una enfermedad crónica.
1. Cambia Tus Expectativas Por Ti Mismo
No es justo ni realista comparar sus niveles de energía anteriores con los actuales. Con demasiada frecuencia, las personas que viven con una afección crónica sienten que tienen que continuar de manera “comercial como de costumbre” cuando esas expectativas ya no son realistas. No es fácil admitirnos a nosotros mismos que necesitamos cambiar nuestras expectativas para nosotros mismos, pero es una parte necesaria para aceptar la enfermedad.
2. Espere Tener Días Buenos y Malos
Muchas enfermedades crónicas pueden ser impredecibles. Algunos días serán buenos, cuando te sientas relativamente bien. Puede ser tentador tratar de esforzarse para hacer más cuando está teniendo un buen día o incluso unos pocos días buenos, para «aprovecharlos». Desafortunadamente, puede terminar sobreextendiéndose si hace esto. Los resultados pueden ser agotamiento o un brote de síntomas (incluido un aumento del dolor).
En días malos, use medidas de comodidad que alivien sus síntomas. Use ropa cómoda y no restrictiva. Intenta descansar tanto como puedas. Use compresas frías o calientes y coloque almohadas adicionales en su cama según sea necesario.
3. Recuerde que Muchos Factores Están Fuera de su Control
Hay varios factores en juego cuando tienes una enfermedad crónica. Quiere mejorar, pero debido a la naturaleza de su estado de salud, simplemente no es posible. No hay ninguna píldora, dieta o terapia «mágica» que pueda probar que cambie este hecho. Esto es algo que está fuera de tu control.
Por otro lado, usted tiene control sobre si tomará sus medicamentos según las indicaciones y si intentará hacer algo de ejercicio y comer bien. Estos son factores que puedes controlar. Tienen un efecto directo sobre cómo te sientes y qué tan bien lidias con tu problema de salud crónico.
4. Obtenga Apoyo de Familiares y Amigos que Entiendan
Puede ser difícil para muchos de sus familiares y amigos comprender su condición. Es posible que estén esperando que pidas ayuda o que no estén realmente seguros de cómo apoyarte.
Pida ayuda cuando la necesite. Sea específico sobre el tipo de ayuda que necesita, ya sea ayuda con la compra de comestibles, ayuda para llegar a las citas o simplemente alguien para escuchar cuando se siente deprimido o frustrado. Dar este paso aclarará el tipo de ayuda que desea de las personas más cercanas a usted y hará que sea más probable que obtenga la ayuda que necesita cuando la necesita.
Los cuatro consejos enumerados anteriormente son sugerencias para ayudarlo a enfrentar la realidad de una enfermedad crónica. Pueden marcar la diferencia entre pasar los días y vivir lo mejor posible a pesar de su diagnóstico.