Las becas de investigación son formas fantásticas de apoyar la investigación en múltiples esferas. Esto es especialmente importante en el ámbito de las enfermedades raras y las afecciones raras, en las que es muy necesaria la investigación para mejorar los resultados de los pacientes y la calidad de vida (CdV). Recientemente, el profesor asociado Michael Alosco, de la Universidad de Boston (BU), recibió una subvención de $460,000 por 2 años para estudiar la encefalopatía traumática crónica (ETC) en jugadores de la NFL.
Encefalopatía Traumática Crónica (ETC)
La encefalopatía traumática crónica (ETC), una afección cerebral progresiva y neurodegenerativa, es causada por golpes repetidos en la cabeza o traumatismos craneales. A menudo, la ETC se encuentra en veteranos militares o atletas anteriores o actuales. Los jugadores de fútbol suelen tener algunos de los ejemplos más conocidos de esta afección. Según la Concussion Legacy Foundation, la proteína Tau:
forma grupos que se diseminan lentamente por todo el cerebro, matando las células cerebrales. La ETC se ha observado en personas tan jóvenes como de 17 años, pero los síntomas generalmente no comienzan a aparecer hasta años después del inicio de los impactos en la cabeza.
Las personas con ETC tienen entre 2 y 4 veces más probabilidades de desarrollar demencia más adelante en la vida. Todavía se necesita mucha investigación para comprender el alcance completo de esta afección, incluida la forma en que afecta a los pacientes. Sin embargo, actualmente se cree que los síntomas incluyen:
- Pérdida de memoria
- Confusión
- Ansiedad, depresión y paranoia.
- Otros cambios de humor y comportamiento
- Problemas para prestar atención u organizar pensamientos
- Deterioro Cognitivo
- Dificultad para pensar o planificar
- Abuso de sustancias
- Impulsividad
La Investigación
Alosco recibió su beca del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos. Trabajará junto al profesor Gil Rabinovici de UC – San Francisco. Su estudio FIND-CTE incluirá 10 controles y 30 ex jugadores de la NFL.
Por lo general, es increíblemente difícil diagnosticar a los pacientes con ETC durante la vida. Esto se debe a que la ETC generalmente no se puede observar a través de biomarcadores o sustancias medibles que pueden indicar la gravedad o la presencia de una enfermedad. En muchos casos, la afección solo se puede diagnosticar después de la muerte. Sin embargo, esto hace que la ETC sea difícil de estudiar, diagnosticar o tratar. A través de este estudio, que utilizará neuroimágenes, Alosco y Rabinovici esperan determinar formas de identificar, tratar y prevenir el ETC mientras los pacientes aún están vivos.
En última instancia, este estudio de prueba de concepto determinará si su tecnología especial de rastreo de proteínas MK 6240 puede identificar acumulaciones de proteína tau en el cerebro. Si los investigadores determinan que esta es una posibilidad, existe la esperanza de que la ETC se pueda identificar y diagnosticar más temprano en la vida. Por lo tanto, los investigadores pueden trabajar para lograr un tratamiento eficaz. Actualmente, Alosco y Rabinovici esperan comenzar el ensayo en Marzo de 2021.
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