Estudio: Rituximab como Tratamiento para la Miastenia Gravis

Se realizó un estudio que podría ser el rituximab puede ser preferible a los tratamientos tradicionales para la miastenia gravis. También concluyó que el tiuximab es el más efectivo si se administra antes en la progresión de la enfermedad. Si bien es necesario realizar más investigaciones, los profesionales médicos esperan que este descubrimiento mejore los resultados para las personas con miastenia gravis.

Sobre Miastenia Gravis

La miastenia gravis (MG) es el trastorno neuromuscular autoinmune más común. Los afectados experimentan debilidad en los músculos controlados voluntariamente. La actividad física empeora los síntomas, mientras que los períodos de descanso pueden mejorarlos. En todo el mundo, aproximadamente 20 de cada 100,000 personas tienen MG. Es una condición autoinmune, lo que significa que el cuerpo se ataca a sí mismo, específicamente a las proteínas que son necesarias para la comunicación entre el cerebro y los músculos. Esto causa síntomas como párpados caídos, problemas para masticar y tragar, fatiga y debilidad en los músculos esqueléticos, dificultad para hablar, visión doble y cambios en la marcha. Para un pequeño porcentaje de personas con MG, la debilidad en el tórax podría conducir a problemas respiratorios potencialmente mortales.

Los médicos diagnostican esta afección a través de un examen físico, una evaluación del historial del paciente, análisis de sangre y EMG. Al igual que muchos trastornos raros, un diagnóstico no siempre es fácil de obtener. La similitud de los síntomas con otras condiciones a menudo resulta en un diagnóstico erróneo. Después de que los médicos hayan confirmado que uno tiene MG, el tratamiento consiste en esteroides, plasmaféresis o cirugía para extirpar la glándula del timo. Si bien no existe cura, algunos medicamentos pueden mejorar enormemente los síntomas o incluso inducir la remisión.

Sobre el Estudio

Se incluyeron 72 pacientes en este estudio, y se dividieron en tres grupos: aquellos que fueron tratados con rituximab al inicio de la progresión de la enfermedad, aquellos que fueron tratados más tarde en la progresión de la enfermedad y un grupo de control que recibió tratamiento con inmunoterapia convencional.

Los pacientes del primer grupo, que recibieron tratamiento temprano, alcanzaron la remisión en el menor tiempo posible de los tres grupos, con un tiempo medio de siete meses. En comparación, el grupo tratado con rituximab luego logró la remisión en 16 meses, y los tratados con terapia convencional tomaron 11 meses.

El primer grupo no solo logró la remisión más rápida, sino que también tuvo un menor número de episodios de terapia de rescate y necesitó menos tratamiento de inmunoterapia adicional. Los eventos adversos también fueron inferiores con rituximab; solo el 3% interrumpió el tratamiento, en comparación con el 46% de los que usaron el tratamiento convencional.

Los investigadores han reconocido que se necesita hacer más investigación, específicamente un ensayo doble ciego controlado con placebo, pero están muy entusiasmados con estos resultados. Esperan que estos hallazgos puedan mejorar la vida de las personas con MG.

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