La investigación ha identificado que las personas con problemas para dormir tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Desafortunadamente, muchas personas con trastornos del sueño no están diagnosticadas. Se estima que entre el 40 y el 70% de todos los adultos mayores tienen algún tipo de problema crónico del sueño. Aproximadamente la mitad de estas personas no tienen un diagnóstico de enfermedad del sueño.
Cuando se identifican estas condiciones, se pueden manejar mejor.
La Importancia del Sueño
Dormir mal puede aumentar el riesgo de una amplia gama de condiciones que incluyen:
- Demencia: mayor riesgo para los adultos mayores que duermen menos de 6 horas por noche
- Inflamación crónica, que a su vez puede provocar deterioro funcional y cognitivo.
- Diabetes: la falta de sueño altera el metabolismo, lo que aumenta el riesgo de diabetes
- Obesidad
- Alta presión sanguinea
- Derrame cerebral
- Cardiopatía
- Deficiencia de la Hormona del Crecimiento (DHC)
Causas de la Falta de Sueño
La falta de sueño puede deberse a:
- Sindrome de la pierna inquieta
- Micción nocturna
- Trastorno del sueño REM
- Un estilo de vida sedentario
- Efectos secundarios de los medicamentos
- Dolor
- Ronquidos
Cómo Mejorar el Sueño
El sueño se puede mejorar mediante una variedad de métodos. Estos pueden incluir tanto opciones farmacológicas como estrategias no farmacológicas. En lo que respecta a las terapias no farmacológicas, el sueño se puede mejorar mediante:
- Estrategias de relajación
- Tensar/relajar los músculos
- Respiración diafragmática
- Meditación
- Imágenes guiadas
- Higiene del sueño mejorada
- Terapia de conducta cognitiva
Para los problemas de sueño causados por una insuficiencia respiratoria, las estrategias pueden incluir:
- Terapia CPAP que proporciona presión positiva continua en las vías respiratorias a las personas mientras duermen.
- Pérdida de peso
- Ejercicio cardiovascular
- Dejar de fumar
- Mejorando el entorno del sueño.
- Manejo de comorbilidades
- Cafeína reducida
- Alcohol reducido
- Sedantes reducidos
- Aparatos bucales
- Dispositivos de ayuda para dormir, como stents para las vías respiratorias
- Cirugía
Estas estrategias pueden mejorar no solo el sueño de los pacientes, sino también su calidad de vida. La mejora del flujo de aire durante el sueño puede mejorar los síntomas de la sinusitis, alergias, rinitis e incluso enfermedades autoinmunes.
Debido al impacto desbordante del sueño en casi todos los aspectos de la vida de los pacientes, debería ser una consideración importante para todos los médicos y profesionales médicos. La atención integral al paciente debe incluir conversaciones sobre el sueño.
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